Al salir del colegio, la clásica promesa con nuestros compañeros de tantos años, es la de no dejar nunca de vernos, y de reunirnos lo más seguido posible, cosa de no perder el contacto. Pero al entrar a la U, suele hacerse difícil buscar un ratito libre en nuestras agendas para armar una junta o carrete “de colegio”, ya que entre pruebas, clases y las nuevas amistades que estamos haciendo, el tiempo cada vez es menor.
Cuando entré a la universidad, siempre lograba organizarme con mis ex compañeras (yo iba en un colegio de mujeres), y nos reuníamos en la casa de alguna de ellas a hacer “noches temáticas”. Por ejemplo: en una ocasión nos juntábamos a hacer tacos y tomar tequila; otro día hacíamos caipiriña casera, etc. Era muy divertido mientras se podía, pero hubo un tiempo en que no todas lográbamos ponernos de acuerdo, y los únicos puntos de encuentro terminaban siendo los cumpleaños.
Algo que sin duda ha ayudado mucho a la organización de juntas, es facebook. Me imagino que antes de que éste existiera, debe haber sido mucho más difícil reunirse entre ex compañeros, sobre todo porque muchos se van de la ciudad, y cuesta más contactarse. Pero ahora, al menos yo siempre estoy comunicándome con mis ex compañeras a través de una cadena de mensajes, aunque sea para saber qué es de nuestras vidas.
Pese a que a veces resulta imposible juntarse tan seguido con todos o la mayoría de nuestro ex curso, uno generalmente tiene su mejor amigo del colegio, ése con el que uno más se junta tras salir de cuarto medio, ya sea para conversar sobre cómo nos ha ido, o copuchar sobre uno u otro tema relacionado con los demás compañeros.
Creo que seguir juntándonos con nuestros amigos del colegio es algo que nunca debemos dejar de hacer. Siempre es un buen panorama hacer una reunión en la que nos pongamos al día sobre cómo van nuestras vidas, y así nunca perder el contacto con aquellas personas que pasaron tantos años a nuestro lado.
Así que ya sabes, que la universidad o tus nuevos amigos no permitan que dejes atrás a tus compañeros de la vida y todos los recuerdos junto a ellos, menos cuando en realidad todos sabemos que siempre hay tiempo para todo si así lo queremos.