Empezar a cabecear en clases es lejos de las peores cosas que nos pueden pasar. Esa desesperación de saber que el profe está con la mirada sobre nosotros, y no poder controlar que nuestros ojos se cierren, hace que no nos quede otra que salir de la sala a despejarnos un rato.
Hay veces que los horarios no son de lo mejor, y tener una clase justo después del almuerzo es una tortura para todo estudiante, más aun si la mayoría de nosotros nos quedamos hasta altas horas de la noche, estudiando a veces o haciendo cualquier cosa en realidad: chateando en msn, viendo tele, etc.
Está claro que la estrategia perfecta para evitar que no nos caigamos de sueño es dormir las ocho horas mínimas requeridas durante la noche. Mantener esta costumbre es lo que sugieren los profesionales, ya que además de esta forma nuestra capacidad de concentración aumenta y no nos cuesta tanto estar atentos incluso durante dos o tres horas de clases.
Pese a todo, a veces resulta imposible soportar el sueño y hay algunos que no aguantan y se acomodan no más, siempre tratando de hacerlo lo más disimulado posible. El problema está después, cuando no entendemos nada de lo que habló el profe y cuesta su resto ponerse al día.
¿Qué haces tú cuando te da sueño en clases? Yo opto por salir antes de que éste me venza, ir al baño, mojarme la cara y volver. No siempre hace efecto, pero bueno, al menos lo intento.