Con el correr del tiempo es natural que la forma en que se desempeña alguna profesión vaya sufriendo cambios. Estos se dan por la adquisición de nuevos conocimientos, la implementación de nuevas tecnologías, etc. De manera tal que hoy no se hace Medicina en la forma en que se hacía hace 100 años. Lo mismo podría decir de Derecho o cualquier otra profesión. Hoy hablaremos de Periodismo y como el fenómeno de las redes sociales lo ha ido transformando en el último tiempo.
Acotaremos este análisis a la forma más evidente de variación. Una que es observable para cualquier persona que posee en su hogar un telesivor: los noticieros. Estos han descubierto que a pesar de contar con equipos ténicos muy capacitados, no pueden estar en todas partes y le han dado cabida a una nueva forma de periodismo ciudadano, ese que se da en tiempo real utilizando una plataforma de microblogs: twitter.
Es así como, por ejemplo, en las elecciones de segunda vuelta TVN ya contaba con un espacio creado para quienes colaboraban desinteresadamente con ellos llamado reportwitteros. Por su parte CNN Chile hacía lo propio. Cada día, además, cuenta con el espacio Noticias online con Carola Fuentes en el cual hay mucha interacción con esta red. Lo mismo puede decirse de Telenoche con Daniel Matamala o la programación deportiva en que usualmente el conductor 'twittea' interactuando con su audiciencia. Hasta ahí, todo bien.
¿Cuál es el problema? Sencillo. Tanto para noticieros como periódicos la plataforma de twitter se ha convertido en una fuente de información de lo que está pasando en estos instantes. Eso sucede, de hecho, recuerdo que cuando ocurrió todo lo relativo a Honduras, en twitter se supo por la mañana, existiendo todo un debate al respecto, y claro, sobre la falta de información por parte de los medios tradicionales que sólo tocaron el tema por la noche confirmando los hechos. Sin embargo, creer que todo lo que se informa es veraz y dejar de salir a las calles a reportear, sentarse frente al computador para obtener información de los 'full-time conectados' puede ser peligroso.
Para muestra de lo anterior, el reciente 'estudio' que involucraba la supuesta muerte del ex mandatario Patricio Aylwin. Cinco 'twitteros' preguntaban por la confirmación de su muerte. Poco después varios ya lo daban por muerto, alguno se atrevió a modificar la wikipedia confirmando el hecho. Todo resultó ser un experimento en que se pretendía probar si la gente sólo propagaba información o si era capaz de verificar antes de ello. El detalle de esta idea fue posteriormente publicado en diversos medios. Con anterioridad, versiones online de periódicos de circulación nacional y varios sitios web de noticias entregaban impresiones parciales de lo que sucedía, haciendo eco de los rumores de la red social. Sólo un medio se contactó con el responsable directo para generar una nota de primera fuente. Y en ello va el tono de esta entrada.
La forma de hacer periodismo parece haber cambiado para siempre con la llegada de las redes sociales. La interacción directa con el público y el aporte de éste no tan sólo como espectador, sino como parte del engranaje del sistema que informa parecen ser las aristas positivas del cambio. Aún así, es posible que para algunos profesionales la tarea de cumplir con sus funciones se esté dando de manera más sencilla hoy, aprovechándose de anónimos a quienes se les otorga un trozo de espacio mediático ya sea en la forma de un pequeño recuadro televisivo o alguna mención en alguna columna de un periódico. Lo desafortunado, es que no sabemos si podemos confiar del todo en estas personas como fuentes fidedignas de información.
Y tú, ¿qué opinas de este nuevo periodismo?
Foto: Flickr CC Robert Scoble